VINOS PARA BEBER EN VERANO

Blancos, tintos, manzanillas, espumosos, cavas. Casi cualquier tipo de vino en su versión más ligera es apto cuando aprieta el calor.

Igual como cambiamos de ropa cuando suben las temperaturas, en verano nos apetece tomar vinos diferentes a los que tomamos en invierno. El calor invita a texturas más ligeras, sabores más frescos.

El  Blanco y el rosado  son  fantásticos de aperitivo, con un pescado a la plancha, sushi o un buen plato de jamón ibérico. Son  la perdición absoluta.

Hay tintos frescos  que  puede ser  una opción ganadora para los que no quieren prescindir de un buen tinto aunque apriete la canícula. Son tintos que no tienen mucha graduación son suaves aromáticos y aterciopelados.