ECOLOGÍA Y SOSTENIBILIDAD Por Oscar LLopart
Ya hace unos años que el concepto de ecología se está extendiendo en nuestro día a día y cada vez estamos más habituados a ver productos ecológicos en las tiendas. La realidad, pero, es otra muy distinta ya que al preguntar al público en general que significa ecología cada uno tiene una idea parecida pero distinta y, a la vez, no ajustada a la realidad.
Paralelamente también van saliendo otros conceptos asociados a este mismo rol pero que no vienen a ser lo mismo. Son palabras como cambio climático, biodinámica, vinos naturales, educación ambiental, viticultura integrada, sostenibilidad, … Tratar de explicar todas estas expresiones en un pequeño artículo sería del todo imposible. Por eso, me voy a centrar en discernir dos conceptos diferentes pero que buscan mejorar nuestro entorno, ecología y sostenibilidad.
Empecemos por la ecología. Primero hay que aclarar una regulación importante que ya hace unos años, no muchos, que existe. Podemos hablar de productos con las palabras ECO – ECOLÓGICO – BIOLÓGICO – ORGÁNICO. Todos ellos significan lo mismo: son productos que se producen bajo la normativa europea de Producción agraria ecológica y que, en el caso de Catalunya, se certifican por el organismo CCPAE (Consell Català de la Producció Agrària Ecològica). Esta normativa regula las prácticas admitidas y los aditivos y tratamientos permitidos que son siempre productos naturales, nunca de síntesis.
Esta normativa permite la realización de tratamientos en el viñedo. Estos tratamientos permitidos y necesarios a día de hoy tienen el objetivo de preservar la calidad de la uva y evitar riesgos sanitarios. Las diferencias en la aplicación de la reglas hacen que no todos los vinos ecológicos sean igual de “ecológicos”. Podemos actuar básicamente según 3 criterios técnicos, todos válidos y todos diferentes:
- asumiendo riesgo prácticamente 0, realizando los tratamientos sanitarios según la persistencia del producto
- asumiendo un riesgo máximo, casi sin realizar tratamientos pero quedando totalmente expuestos a la dureza de la naturaleza, obteniendo ciertos años cosechas buenos y muchos años malas cosechas o no obteniendo cosechas, según la evolución de la climatología del año
- asumiendo un riesgo medio, bastante controlado pero riesgo, verificando la utilidad del trabajo realizado, analizando donde y cuando se tiene que realizar.
Este tercer riesgo es donde estamos instalados en Bodegues Sumarroca. Para ello disponemos de un equipo técnico que realiza controles visuales del estado del viñedo, disponemos de estaciones meteorológicas en nuestro campo que nos predicen el riesgo, en bodega trabajamos con un control estricto de la temperatura de conservación del vino, trabajamos con los depósitos siempre aislados del aire evitando al máximo las adiciones de sulfitos innecesarias, …. De esta manera respetamos al máximo la naturaleza pero de forma controlada para expresar al máximo la calidad de cada añada.
Recuperando el hilo del artículo, no con hacer uvas y vinos ecológicos se mejora nuestra calidad de vida ni nuestro entorno más próximo; no es suficiente. Necesitamos trabajar para mejorar cada día la sostenibilidad de nuestros viñedos, nuestros vinos y nuestra empresa.
¿Y qué nos indica la sostenibilidad ambiental? La sostenibilidad busca integrar al máximo la elaboración de vinos en nuestro entorno, reduciendo al máximo el impacto producido por el hombre en el entorno. El hombre pertenece al entorno, lo que necesitamos es que se integre en él y no que solamente actúe sobre él. Hay que mejorar nuestro entorno ambiental porque, de esta manera, mejoramos nuestra calidad de vida. Necesitamos tener un entorno rico ambientalmente para mejorar la calidad de las uvas que producimos.
En Bodegas Sumarroca ya hace años que estamos trabajando enfocando nuestra filosofía a buscar constantemente la mejora en la sostenibilidad. En el campo realizamos las labores mecánicas según el criterio técnico y no según el histórico, evitando de esta manera por ejemplo, el excesivo arado de la tierra, que la empobrece. Plantamos árboles en los márgenes de nuestros viñedos para que actúen como vector de diversidad de fauna; mantenemos limpios nuestros bosques para evitar al máximo el riesgo de incendio.
En la bodega hace ya 10 años que, aprovechando nuestros más de 5.000 m2 de superficie de tejado, instalamos un sistema de placas fotovoltaicas que producen una cuarta parte de la electricidad necesaria para el funcionamiento de la bodega. Instalamos un sistema de depuración biológica para nuestras aguas residuales para evitar la contaminación del río Anoia que pasa a nuestro lado. Trabajamos con sistemas de refrigeración modernos que evitan la contaminación atmosférica por las fugas de gases de refrigeración. Mejoramos los controles y seguimientos de nuestros vinos que nos ha permitido reducir la concentración de sulfitos en más de un 30% llegando tan solo a un 40% de las dosis máximas permitidas. Se están cambiando las luces hacia sistemas tipos LED. Se están realizando constantes medidas de consumos eléctricos para focalizar las mejoras en los puntos adecuados.
Nos satisface recoger ese entorno y ese trabajo para transmitirlo a través de los vino y cavas que producimos.