Menos cristal en las botellas

El cristal es el material que históricamente se ha escogido para mantener el vino y el cava una vez han salido de los procesos que la han transformado en la bebida que todos conocemos.
Esta opción es lógica teniendo en cuenta que el vidrio es una materia estable, impermeable y resistente a la corrosión, aunque, a la vez, es más frágil y pesado que los otros. También hay que tener en cuenta que es una material reciclable y que no pierde la calidad.

La ecología y la sostenibilidad no radica únicamente en el trabajo en las tierras, sino que el trabajo también es en la bodega, en la oficina y en la logística, entre otros departamentos. Así pues, la misión de Sumarroca es reducir las emisiones de C02 y trabajar para tener el mayor ahorro energético posible. Además, todo ello nos permitirá ahorrar en material y disminuir las emisiones que perjudican el medio ambiente.
Con la obtención de los certificados ecológicos las bodegas optamos, entre otros, por la utilización de botellas más ligeras, una tendencia que, según los estudios, estará implementada al 100% dentro de unos 10 años. Este cambio se realiza de manera preventiva, intentando reducir la cantidad de materiales que incorporamos los recipientes sin perder la calidad del producto y su durabilidad. Los envases se convierten en más ligeros y esto conlleva también un ahorro de costes. Pero, lo más destacable en esta alternativa, es la reducción de los gases de efecto invernadero, los que afectan directamente al calentamiento global. Así pues, esta nueva botella supone una disminución de las emisiones en todo el proceso productivo: menos emisiones durante el transporte, a los trabajos de la bodega y en el reciclaje.
Este paso, se adelanta a las nuevas legislaciones que próximamente se aprobarán para disminuir el impacto al medio ambiente.

Gracias a los estudios realizados en el sector, podemos realizar estas adecuaciones sin que se altere ni el producto ni los procedimientos. Para empezar, hay que destacar que la forma y la altura son las mismas. En cuanto el peso, la botella de la gama de los 3 clásicos (blanco, rosado y negro) se ha reducido de 575 a 450 gr, las botellas de los varietales (GEW, CHA, MU, SAU) han pasado de 575 a 395 gr y la botella del Tiempo de Flores, el Tiempo de Frutos y el Tuvia pesa 450 gr respecto los 560 que pesaba anteriormente.
Pero estos procesos, no acaban aquí. A Sumarroca velamos para reducir también el peso de las botellas de cava, una variante que es más difícil de trabajar debido a la cantidad de atmósferas que estas tienen que aguantar. También insistimos en el estudio de nuevas botellas tanto en el vino como en los espumosos, para reducir aún más el peso, pero todavía deben analizarse como aguantan en la línea de embotellado, durante la segunda fermentación, la crianza y el degüello en el caso del cava, en el transporte y lo más importante, en el momento de la apertura!